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Entre los reclamos más frecuentes de los maestros de estudiantes de inglés como segundo idioma está la escasez de materiales educativos de alta calidad para abordar las necesidades académicas y lingüísticas de los estudiantes.
Esas inquietudes son particularmente graves en la escuela de nivel medio y en la secundaria, cuando los estudiantes tienen una gama de capacidades más amplia y menos tiempo para ponerse al día. Pero con tantas variables involucradas en la educación de los estudiantes de inglés como segundo idioma, hay una gran variedad de críticas sobre el plan de estudios existente.
Algunos maestros de estudiantes de inglés como segundo idioma (English Language Learner, ELL) desean incluir la enseñanza de la fonética en los textos de lectura para estudiantes de los niveles más básicos de aprendizaje de inglés, mientras que otros profesionales tienen estudiantes que son todos lectores competentes, dicen que la fonética puede ser una distracción. Algunos maestros desean más materiales complementarios en español, mientras que otros no tienen estudiantes hispanohablantes en sus clases.
Sin embargo, entre los expertos en los ELL, hay al menos algo en lo que todos están de acuerdo: Muchas veces los materiales para estudiantes de inglés como segundo idioma son muy simples y están muy desconectados de los objetivos del nivel de grado.
“La tendencia en el pasado, e incluso en el presente, es simplificar el material para que los estudiantes puedan resolverlo, o darles material que en realidad es para niños de primaria, lo que insulta su inteligencia”, afirmó Rebecca Blum-Martinez, profesora de educación bilingüe en la Universidad de Nuevo México.
Muchos dicen que los materiales de enseñanza no construyen un conocimiento de fondo en los estudiantes, lo que es esencial para enriquecer el vocabulario y ayudar a los estudiantes de inglés a igualar a sus compañeros hablantes de inglés nativos.
Desde la llegada de los Common Core State Standards (Estándares estatales comunes) (las expectativas de aprendizaje que usan más de 40 estados) se han puesto en marcha algunos notables esfuerzos para mejorar los materiales de alfabetización para estudiantes de inglés, quienes deben ser capaces de leer y comprender textos completos en todas las materias según estos estándares.
Pero los desafíos continúan, sobre todo debido a que muchas empresas que desarrollan y venden planes de estudios continúan simplemente incorporando modificaciones para los ELL a los materiales generales, en lugar de desarrollar los recursos de apoyo al mismo tiempo que el contenido académico principal, según los expertos.
El Council of the Great City Schools (Consejo de Escuelas de la Gran Ciudad), que representa a 68 grandes distritos urbanos, presentó en 2014 un marco para producir e identificar materiales alineados con los estándares s comunes que ayudan a los estudiantes de inglés. El documento, escrito por expertos y profesionales en ELL, enfatiza que los materiales para los ELL deben ser rigurosos y proporcionar estrategias para que los maestros apoyen la comprensión de los estudiantes de inglés de los textos que alcanzan las expectativas del nivel de grado.
“Los desafíos que vimos (al observar el plan de estudios) estaban principalmente relacionados con el bajo nivel de rigurosidad y el abuso increíblemente amplio del texto simplificado”, afirmó Gabriela Uro, directora de la política e investigación de ELL del consejo.
“Si recién comienza a estudiar inglés, las posibilidades de que pueda tomar un libro y leerlo de manera independiente cuando nunca lo ha hecho es casi nula. Pero eso no significa que cuando el maestro esté enseñando no pueda estar al nivel de grado”.
Los maestros deben ser capaces de usar una variedad de estrategias y técnicas para hacer que los textos y otros materiales instruccionales sean accesibles para los estudiantes de diversos niveles de la lengua de manera simultánea, afirmó Lily Wong Fillmore, profesora de educación en la Universidad de California, Berkeley, quien se especializa en alfabetización y aprendizaje de una segunda lengua. Y esas técnicas deben ser flexibles, ya que los estudiantes aprenden el idioma a ritmos diferentes. Recursos como Newsela, el sitio web gratuito que toma artículos de periódicos y los reescribe en cinco niveles de lectura diferentes, pueden ser excelentes para hacer que el contenido sea accesible para estudiantes de inglés de diferentes niveles, afirmó. Los libros de texto con frecuencia no dejan mucho lugar para el crecimiento.
EngageNY, una biblioteca gratuita en línea de materiales académicos creada en el estado de Nueva York y utilizada por educadores de todo el país contrató asesores para crear guías sobre cómo apoyar a los estudiantes de inglés como segundo idioma al usar el plan de estudios. Las guías incluyen estrategias basadas en la investigación para proporcionar apoyo a los ELL en clases individuales, como la manera de construir el conocimiento de fondo mientras se aprovechan los conocimientos que el estudiante ya tiene.
Además el Helmsley Charitable Trust está reuniendo a expertos en ELL y escritores de recursos educativos abiertos (materiales en línea gratuitos y de licencia libre) para analizar de qué manera estos pueden ayudar más a los estudiantes de inglés.
Enfocarnos en recursos abiertos “nos permite tener un ciclo de mejoría reiterativo”, afirmó Crystal Gonzalez, una funcionaria del programa de educación del Helmsley Charitable Trust que se enfoca en los ELL. “A diferencia de los libros de texto, (en los que) no se verán cambios durante seis o siete años, (los recursos educativos abiertos) nos permiten mejorar a medida que avanzamos”.
¿Una reflexión?
Muy a menudo, los materiales de enseñanza para estudiantes de inglés se han tratado como algo adicional, más que como parte integral de cualquier programa de enseñanza, afirmó Fillmore de Berkeley.
“Las editoriales ven la necesidad de tratar a los estudiantes de inglés como a una barra lateral en donde se colocan algunas actividades adicionales que realmente no contribuyen y tienen muy poco que ver con los materiales del plan de estudio que producen”, afirmó.
Farah Assiraj, que enseña en la escuela secundaria Boston International High School, una escuela pública que brinda servicios a un grupo diverso de estudiantes de inglés, afirmó que ha tenido que enfrentar los efectos de esa situación en la clase.
“Las empresas editoriales muchas veces se enfocan en los estándares comunes y la educación general, y los ELL se convierten en un suplemento”, afirmó. “Hay recursos de apoyo asociados, y se pueden ver manuales que están de acuerdo (con el plan de estudios), pero esto no ha sido intencional”.
Eso genera mucha presión en los maestros ya que deben llenar los espacios vacíos, afirmó.
Gran parte de eso lleva a un grave problema con la manera en la que se diseñan los materiales de enseñanza: se incorporan los recursos de apoyo para los ELL de manera retroactiva, afirmó Diane August, directora del Centro de estudiantes de inglés de American Institutes for Research, quien fue una de las asesoras de EngageNY.
“Realmente es difícil volver cuando todo está desarrollado y repararlo”, afirmó. “Se deben contextualizar las cosas desde el principio”.
Jay Diskey, director ejecutivo de la división escolar de la Association of American Publishers afirmó que las incorporaciones posteriores a los recursos de apoyo para ELL son una inquietud válida, pero que las editoriales en general están haciendo un trabajo mucho mejor al considerar las necesidades de los estudiantes de inglés durante el diseño del programa.
“Vemos esto en todo tipo de planes de estudio, que puede haber (no siempre, pero es posible) una diferencia entre crear los materiales desde cero y modificarlos”.
Señaló la reciente incorporación de materiales de California como un ejemplo de progreso. El departamento de educación del estado recientemente incorporó una lista de materiales que combina las artes de lenguaje y los estándares de desarrollo del idioma inglés. California es única en cuanto a que su criterio para la incorporación al plan de estudio requiere que determinados materiales se integren a ambos estándares.
Aun así, August afirmó que el problema casi no se aborda en una escala generalizada. Muchas editoriales de materiales alineados con los estándares comunes presentados por EngageNY llegaron con pocos recursos de apoyo para los ELL, o ninguno, razón por la que se contrató a su equipo para agregarlos.
Los materiales son muy infantiles
Para los ELL, los materiales del plan de estudios deben tener un cuidadoso equilibrio entre mantener las altas expectativas y asegurar que los estudiantes puedan acceder al contenido y comprenderlo.
En el caso de los estudiantes de escuela de nivel medio y secundaria, “no desea comenzar por cosas como ‘vean como corre Dick, vean como cae Sally’, eso es totalmente agravante, afirmó Catherine E. Snow, profesora de la Escuela de Posgrado en Educación de Harvard, que se especializa en el desarrollo de la lengua y la alfabetización en niños. “Al mismo tiempo, no pueden acceder al material que les interesa”.
El marco del Council of the Great City Schools para los materiales afirma que los estudiantes de inglés como segundo idioma “son capaces de tener pensamiento complejo, de leer y comprender textos complejos y de escribir sobre material complejo”. Pero muy a menudo, según los expertos, el plan de estudios peca de simpleza.
“Muchos materiales se vuelven libros para bebés simplificados que no los hacen pensar”, afirmó Assiraj. “No tienen en cuenta sus experiencias. Tengo niños que han ingresado al país con 18 o 19 años y no pueden escribir a nivel del 1er grado. Pero uno de ellos puede reparar cualquier teléfono que se rompa. Está todo ese aprendizaje experiencial que se ha apartado y no está incorporado en el plan de estudios”.
Por ejemplo, un texto puede definir la palabra “comunidad” para estudiantes de inglés, pero ese no es un concepto extranjero para la mayoría de los hispanohablantes.
Los estudiantes “tienen el conocimiento” afirmó Uro del Council of the Great City Schools. “Lo que falta es poder saber qué hay en sus mentes”.
Por otro lado, los estudiantes pueden necesitar que se les expliquen conceptos específicos de la cultura.
Un texto sobre el renacimiento de Harlem no significará nada si el lector no comprende los fundamentos sobre quiénes vivían en Harlem en la década de los veinte y por qué fue un fermento de la actividad creativa, afirmó. Sin embargo, implementar el tipo de enseñanza que recomiendan los expertos (usar contenido del nivel de grado y construir un conocimiento de fondo) no siempre es práctico en la clase independiente de los ELL.
Habilidades de enseñanza
Erika Schneider, que enseña a estudiantes de inglés de secundaria en Portland, Maine, afirmó que solía intentar seguir el ritmo de lo que sus estudiantes aprendían en las clases generales, pero siempre sintió que estaba atrasada. Ahora busca materiales que les enseñen a los estudiantes a tener debates analíticos y a usar lenguaje académico, habilidades que pueden transferir a cualquier área de contenido. Por ejemplo, aprenden estructuras de oraciones como “Estoy de acuerdo con su opinión, sin embargo...”
“He descubierto que logro más aceptación cuando pueden marcharse con habilidades que pueden usar en cualquier clase”, afirmó. “Al observar los estándares comunes, se trata de lo que se puede hacer en lugar de quién es el personaje principal de “El Gran Gatsby”.
Muchos profesionales y expertos lamentan que los materiales solo brinden apoyo a lectores con dificultades y no a estudiantes de inglés específicamente.
“Este es un gran problema ya que los materiales para lectores con dificultades por lo general utilizan vocabulario y estructuras del lenguaje muy simples, cortas y que muchas veces no proporcionan el conocimiento de fondo necesario cuando se aprende una segunda lengua”, afirmó Blum-Martinez de la Universidad de Nuevo México.
Incluso parte de los nuevos materiales de enseñanza de California parecen concentrarse más en los lectores con dificultades que en los estudiantes de inglés, afirmó Diana Fujimoto, la especialista en servicios del plan de estudios para estudiantes de inglés de Anaheim Union High School District.
“Vemos artículos similares en los materiales actuales”, comentó. “Es necesario enfatizar el desarrollo del lenguaje oral y construir oportunidades para que los niños hablen y usen el lenguaje”, algo que los recursos de apoyo para lectores con dificultades por lo general no proporcionan.
Lecciones hechas en casa
Tal como lo avalarán los educadores y los administradores de los distritos, con frecuencia los maestros terminan creando sus propios materiales para estudiantes de inglés.
“Pasé tantos años creando materiales que es una locura”, afirmó Schneider. “Solía pensar ‘obtendré mi doctorado en diseño de planes de estudio porque esto es ridículo’ ”.
No solo que la tarea demanda muchísimo tiempo, sino que también con frecuencia tiene como resultado lecciones individuales que no se relacionan entre sí ni son fieles a una progresión lógica de las habilidades.
“Están los maestros mejor capacitados que trabajan sin descanso para crear unidades curriculares con conceptos temáticos que se alineen con los estándares”, afirmó Assiraj de Boston International High. “Pero en términos de cohesión, y de poder impulsar a los estudiantes al siguiente nivel, siempre existe esta desconexión”.
Según Diskey, los problemas de base con la obtención de materiales de alta calidad no siempre son un fracaso de las editoriales, muchas veces es un problema económico a nivel del distrito.
“El problema no es que no esté disponible en las editoriales, sino que no está disponible en las escuelas”, afirmó. “La escuela no ha hecho una compra debido al financiamiento. Escuchamos esto muchas veces durante la recesión”.
Esto es lo que verdaderamente sucede con Schneider, que enseña a una diversa variedad de estudiantes de inglés, muchos de los cuales son refugiados.
“Es increíblemente caro comprar un programa e implementarlo con fidelidad”, afirmó.
A su departamento se le asigna solo un par de miles de dólares por año para gastar en materiales para sus cinco puestos de enseñanza y medio, dinero que también está destinado para suministros y excursiones.
“No se puede comprar un plan de estudios con $2,000”, afirmó.
Es Por eso que muchos dicen que los materiales gratuitos en línea son prometedores.
“Los recursos educativos abiertos nos permiten mejorar esta situación a medida que avanzamos”, afirmó Gonzalez del fideicomiso de Helmsley “Por fin tenemos una oportunidad de hacerlo bien por nuestros niños. El campo está cambiando, los expertos se están comprometiendo”.
Pero por ahora, obtener materiales gratuitos puede ser difícil para los maestros.
“Encontrar material que coincida demanda mucho tiempo”, afirmó Schneider. “Se debe filtrar mucho para obtener algo bueno”.