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Hace tres años, Kevin Pineda, que vino a los Estados Unidos desde Guatemala a los 6 años, reprobaba o tenía problemas en casi todas las clases en Fairfax High School.
Estaba a punto de seguir el consejo de su padre de abandonar la escuela y trabajar junto a él como electricista.
En parte, Pineda cambió de opinión por la única clase que le gustaba y en la que empezaba a tener éxito, Desarrollo del inglés avanzado (Advanced English Language Development).
Esa clase era un curso nuevo destinado a los estudiantes que, al igual que Pineda, habían estado inscritos en el Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (Los Angeles Unified School District, LAUSD) durante años, pero que nunca pudieron “reclasificar” y avanzar en la designación de estudiante de inglés.
A Pineda, que ahora tiene 18 años, le gustaba que la clase le proporcionara tiempo para practicar sus conocimientos lingüísticos al hablar con sus compañeros y la oportunidad de leer en voz alta sin sentirse avergonzado. Y le gustaba el maestro, Joel Miller, que tenía más de 40 años de experiencia en el aula.
Poco a poco, las frases que Pineda escuchaba en otras clases, el denominado “inglés académico”, comenzaron a tener más sentido. Comprendió, por ejemplo, lo que quería decir su maestro de matemáticas cuando decía “la suma de”. Sus calificaciones mejoraron.
Ahora, Pineda es un estudiante de último año, camino a graduarse en junio y tiene planes de inscribirse en un programa de capacitación para electricistas en la Universidad Comunitaria Vocacional y Técnica de Los Ángeles (Los Angeles Trade and Technical College). Él quiere obtener una certificación avanzada que le ayudaria a tener un salario más alto que el que tiene su padre en la misma profesión.
Pineda, que fue reclasificado como una persona con buen dominio del inglés en 2014, es un buen ejemplo del esfuerzo de California, y en especial, del LAUSD por acoger a la población que ha pasado desapercibida a nivel nacional durante décadas: los estudiantes de inglés a largo plazo, o lo que el distrito denomina “LTEL” (Long-Term English Learner).
Los esfuerzos del distrito se deben, en parte, a una investigación de 2010 realizada por la oficina de derechos civiles del Departamento de Educación de los Estados Unidos sobre oportunidades educativas para estudiantes de inglés en el segundo distrito educativo más grande del país. En esa investigación se descubrió que la educación para estudiantes de inglés como segundo idioma (English-Language Learners, ELL) era inadecuada y requería un ajuste drástico. Los descubrimientos fueron abrumadores debido a su magnitud: en el Distrito escolar unificado de Los Ángeles se inscriben más de 150,000 estudiantes de inglés como segundo idioma, más que en cualquier otro distrito del país y más que en muchos estados, salvo algunas pocas excepciones.
Como respuesta, el distrito prometió actualizar su plan para los ELL, incluido un enfoque especial en los estudiantes que habían tomado clases de desarrollo de inglés durante años, pero que todavía no tenían un buen dominio.
Los estudiantes de inglés a largo plazo conforman la gran mayoría de la población total de los ELL en el LAUSD, alrededor del 80%, estima Hilda Maldonado, directora ejecutiva del departamento de educación multilingüe y multicultural del distrito.
Hasta hace varios años, estos estudiantes muchas veces se extenuaban en las clases con ELL con una variedad de capacidades, o en clases que no satisfacían sus necesidades únicas, afirmó Maldonado.
Es así que, durante los últimos años, Maldonado y su equipo diseñaron un par de clases nuevas desde cero especialmente para estudiantes de inglés a largo plazo, en niveles medios y secundarios; toda una hazaña si se toma en cuenta la escasez de materiales de investigación y de enseñanza para esta población.
Además, el distrito capacitó a más de 1,200 maestros en cómo reconocer, tener empatía y enseñar a estos estudiantes que, muchas veces, enfrentan desafíos que pueden poner a prueba incluso a educadores veteranos.
“Estamos intentando llevar a cabo la investigación, el plan de estudios y la programación, todo al mismo tiempo”, afirmó Maldonado. “Es una tarea enorme”.
Generar cambios notorios
Hasta ahora, los esfuerzos del distrito han resultado en la reclasificación de más de 37,000 ELL a largo plazo en personas con buen dominio del inglés. Sin embargo, debido al tamaño de la población de ELL a largo plazo, el distrito tiene un largo camino que recorrer, dijo Maldonado.
Aún así, Laurie Olsen, una investigadora principal de los ELL a largo plazo y directora de Sobrato Early Academic Language Model en la fundación Sobrato Family Foundation, piensa que los esfuerzos del distrito marcan un progreso hacia la dirección correcta.
“Considero que fue un paso importante y valiente que dijeran: ‘Sí, realmente tenemos un problema,’ y vamos a abordarlo”, dijo Olsen. “Fue realmente importante que se movilizaran para seleccionar un plan de estudios, iniciar cursos e invertir en desarrollo profesional. Eso es lo que deben hacer los distritos”.
No está claro cuántos ELL a largo plazo en el Distrito escolar unificado de Los Ángeles y en todo el país están en riesgo de abandonar la educación, en parte porque estos estudiantes no han recibido mucha atención hasta hace poco. En su mayoría, tienen un buen inglés social, pero quedan muy por debajo en cuanto al dominio del idioma más sofisticado y específico de un área temática, que es necesario para tener éxito académico.
En 2012, California se convirtió en el primer estado en requerir una definición y un informe común de la cantidad de estudiantes de inglés a largo plazo, escuela por escuela.
Y en 2014, Californians Together, una organización dedicada a la defensa legal que ayudó a atraer la atención sobre los ELL a largo plazo, descubrió que alrededor del 75 % de los estudiantes de inglés del estado había estado en escuelas públicas de California durante más de siete años sin adquirir las capacidades necesarias para tener éxito académico.
El acceso a los cursos es una barrera
La forma en que esos números se comparan con el resto del país es incierta, pero posiblemente los investigadores lo descubran pronto. La Ley Cada Estudiante Triunfa (Every Student Succeeds Act) requiere que los estados y distritos informen la cantidad de ELL que asisten a las escuelas en los distritos durante cinco años o más sin ser reclasificados como personas con buen dominio del inglés.
Por ahora, California, y el Departamento Federal de Educación, no recopilan datos de índices de graduación de ELL a largo plazo específicamente.
Sin embargo, está claro que hay una brecha de graduación existente entre los ELL y sus compañeros con buen dominio del inglés.
A nivel nacional, solo el 62.6 % de los estudiantes de inglés como segundo idioma se graduó de la escuela secundaria en el año escolar 2013 - 2014, en comparación con el 82% de todos los estudiantes, de acuerdo con datos federales. En California, el índice de graduación para los ELL es del 65%, comparado con el 81% de todos los estudiantes, durante el mismo año escolar. (El subgrupo de estudiantes de inglés como segundo idioma es la única categoría de estudiantes que cambia constantemente. Siempre hay una entrada de estudiantes a la categoría de ELL, acompañada por aquellos que salen de la categoría cuando son reclasificados como personas con buen dominio del inglés).
El hecho de no dominar el inglés no es la causa principal para los índices bajos de graduación; ningún estado demanda un buen dominio del inglés como requisito explícito para graduarse de la escuela secundaria, según la Comisión de Educación de los Estados (Education Commission of the States).
Sin embargo, prácticamente todos los estados exigen tres o cuatro unidades de inglés para poder graduarse, y los ELL a largo plazo no necesariamente tienen los conocimientos de lenguaje académico para tener éxito en esas clases, ni dominan el léxico complejo de otros cursos requeridos, como química o álgebra.
Además, la mayoría de los estados, incluso California, guardan silencio con respecto a si los distritos pueden permitir que un estudiante sustituya un curso de inglés como segundo idioma por una clase de inglés tradicional.
En el LAUSD, los estudiantes deben tomar al menos cuatro cursos rigurosos de inglés que cumplan con los requisitos de admisión básicos del sistema de la Universidad de California para obtener el diploma de la escuela secundaria.
Por ello, cuando los cursos nuevos para los ELL a largo plazo se introdujeron por primera vez en 2013, a muchos estudiantes les preocupó que tener que tomar un curso de inglés adicional pudiera retrasarlos todavía más con la graduación.
“Créditos que valen”
Sin embargo, recientemente, el LAUSD presentó el par de cursos diseñado para los ELL a largo plazo al Sistema de la Universidad de California (UC), y recibió la aprobación para que ambos contaran para el requisito de graduación en inglés para estudiantes que los toman por primera vez.
Ahora, los cursos tienen “créditos que valen”, dijo Lester Malta, un especialista en educación secundaria de estudiantes de inglés del distrito que ayudó a crear las clases.
Además, la aprobación por parte del sistema de la universidad valida el enfoque del distrito, afirmó.
“La parte de rigor tenía que estar allí. Básicamente, estaba escribiendo un curso universitario” al que pudieran acceder los estudiantes que todavía leían a un nivel de escuela primaria, dijo Malta.
Los dos cursos, “lengua y literatura” y “desarrollo del idioma inglés avanzado”, ponen mucho énfasis en preguntas y problemas narrables de la vida real, diseñados para involucrar a los estudiantes y cumplir con la demanda de no ficción de los Estándares Estatales Esenciales Comunes (Common Core State Standards).
Por ejemplo, en una clase de “lengua y literatura” reciente en Dobson Middle School en el sur de Los Ángeles, un pequeño grupo de estudiantes debatió si se deberían suspender las licencias para conducir de adolescentes si les va mal en la escuela. La maestra, Lovelyn Marquez-Prueher, ex maestra del año de California, uso imágenes para ayudar a los estudiantes a comprender conceptos nuevos y les solicitó que debatieran constantemente las preguntas en pares.
Cuando la clase se encontraba con una palabra desconocida, por ejemplo “calificaciones”, Marquez-Prueher proporcionaba una pista general de su significado.
Por ejemplo, explicó que ella estaba “calificada” para ser su maestra porque había trabajado con estudiantes de inglés durante años. Finalmente, la clase desarrolló una definición fácil de entender y accesible para los estudiantes.
Después, los estudiantes aplicaron la palabra nueva al análisis que hicieron de un artículo y decidieron que el experto en educación citado en un artículo sobre licencias para conducir sí estaba calificado para hablar sobre el tema.
Contrarrestar el desánimo
Esas lecciones se complementan con novelas de alto interés, las que tienen un tema de resistencia en común, como “Divergente” o “La ladrona de libros”.
El tema comunica un mensaje importante en particular a los ELL a largo plazo, muchos de los cuales han crecido desanimados porque no han hecho la transición a ser verdaderos estudiantes con un buen dominio del inglés, afirmó Monica Aguilar, que enseña uno de los cursos de desarrollo de inglés en Wilmington Middle School, en una comunidad industrial y mayormente latina al sur de la ciudad.
“Muchos de ellos llegan aquí un poco derrotados, ya sabe [como], ‘No puedo salir del programa, es muy difícil’”, dijo Aguilar.
Pero ella les dice a sus estudiantes, “Debes demostrar este tipo de actitudes, no solo aprender sobre ellas. Debes dejar que se manifiesten en tu persona para que puedas ser reclasificado, y lo lograrás”.
Incluso allí había, y aún hay, mucha resistencia a los cursos por parte de los estudiantes, ya que muchos de ellos piensan que su inglés está bien.
Algunos ELL a largo plazo que ya demostraron su dominio del inglés de Fairfax High School dijeron que no se habían dado cuenta de que eran estudiantes de inglés hasta que llegaron a la escuela secundaria. Y cuando algunos de los estudiantes descubrieron que debían tomar una segunda clase de inglés, protestaron, reclamaron o ambas cosas, dijo Randy Grant, coordinador de inglés como segundo idioma (English as a Second Language, ESL) de la escuela e instructor de alfabetización bilingüe.
Al principio, los consejeros escolares no querian sacar a los estudiantes de los cursos seleccionados que despertaban su interés, como arte o gimnasia. El departamento de Desarrollo del idioma inglés tuvo que “ser el malo de la película”, dijo Grant.
Los estudiantes de Fairfax no eran los únicos que estaban confundidos. Algunos maestros no comprendían cómo estudiantes que habían estado en el distrito durante años y que al parecer no tenían problemas para hablar con sus compañeros, estaban todavía perseguiendo un buen dominio del idioma. En las etapas tempranas, los maestros decían cosas como “oh, no me diga que este niño es un estudiante de inglés. Habla bien. Me dice groserías”, afirmó Grant.
Él tenia que explicar a sus colegas, “Bueno sí, puede hacer eso, pero pídale que explique un proceso o que escriba algo de manera académica y no puede”.
La directora de la escuela, Carmina Nacorda, les solicitó a algunos maestros de educación general que ayudaran a asesorar a los estudiantes y a sus familias sobre su estado y objetivos. Eso contribuyó en gran medida a construir la comprensión de sus colegas con respecto a la población y las necesidades especiales que requerían atención, dijo Grant.
Actualmente, Fairfax High está superando el promedio del distrito en cuanto a reclasificar estudiantes de inglés a largo plazo y muchos de los estudiantes de la escuela que todavía están atascados tienen otros desafíos académicos o de conducta.
¿Caer en el olvido?
Todavía los ELL a largo plazo continúan siendo un grupo difícil de alcanzar y algunos corren peligro de no graduarse.
Un buen ejemplo es el caso de un estudiante de 11.° grado de Fairfax que regresó a clases una tarde reciente por primera vez después de más de una semana. Es probable que el adolescente tenga solo un cuarto de los créditos necesarios para graduarse, estima su maestro, Serafin Alvarez.
“El ha estado conmigo durante dos años consecutivos” en la clase que apunta a estudiantes de inglés a largo plazo, dijo Alvarez. “No creo que esté progresando” a pesar de varias intervenciones, incluidas las reuniones con sus padres.
Una tarde reciente, Alvarez utilizó las estrategias que son centrales del distrito para enseñar a los ELL a largo plazo, mostró un video sobre una problemática actual y les pidió a los estudiantes que debatieran el tema en grupos y que leyeran partes de un artículo sobre el tema en voz alta entre ellos.
Sin embargo, muchos de los estudiantes holgazanearon y se fueron de la clase sin completar la tarea.
Su maestro, que ha estado dando clases por más de doce años y que también dicta un curso avanzado de inglés, está cada vez más frustrado.
“No voy a pretender que sé cómo solucionar esto por arte de magia”, dijo Alvarez. “No lo sé”.
Más de la mitad de los estudiantes en una de sus clases de desarrollo del idioma inglés está desaprobando o tiene una calificación D, dijo, aunque a veces siente que está bajando las exigencias para proporcionarles créditos por incluso hacer el esfuerzo en una tarea.
Grant está de acuerdo en que es difícil llegar a algunos estudiantes, pero los educadores no pueden rendirse. Después de todo, en el caso del estudiante de 11.° grado de Fairfax High, él todavía asiste a clase, una señal de que continua dedicado. Sin embargo, los estudiantes que se desilusionan y desconectan para cuando llegan al secundario recalcan lo importante que son los cursos para los ELL a largo plazo en el nivel medio, cuando los estudiantes parecen ser menos propensos a rendirse en comparación con los de la escuela secundaria, después de años de intentar adquirir dominio académico del inglés.
Mientras tanto, el distrito está trabajando para fortalecer los esfuerzos de prevención en el nivel inicial, dijo Maldonado y otros, para detener la corriente de estudiantes que se terminan extenuando como estudiantes de inglés.
Después de todo, a diferencia de los “recién llegados” que aparecen en las puertas del distrito con diversos niveles de escolaridad de sus países de orígenes, los estudiantes de inglés a largo plazo han formado parte del distrito durante años, dijo Helen Choi, una coordinadora del programa de estudiantes de inglés del sur del distrito.
“Ellos han crecido en el país”, afirma.